Muchas personas en todo el mundo pasan horas y horas leyendo y estudiando los principios del Islam; leen traducciones de los significados del Corán y se mantienen fascinados por la vida y la época del Profeta Muhammad, la paz sea con él. Muchos necesitan solo dar un vistazo al Islam y se convierten de inmediato. Otros, sin embargo, reconocen la verdad pero esperan, y esperan, y siguen esperando, a veces hasta el punto de poner en peligro su salvación. Por ello, hoy continuamos nuestra exposición de los beneficios, a veces no muy obvios, de convertirte al Islam.

“Quien profese una religión diferente al Islam no le será aceptada, y en la otra vida se contará entre los perdedores”

(Corán 3:85)

5. Convertirte al Islam es el primer paso para establecer una conexión permanente con el Creador.

Cada miembro de la raza humana nace sabiendo de forma innata que Dios es Uno. El Profeta fitrah[1], con el entendimiento correcto de Dios[2]. De acuerdo con el Islam, este es el estado natural del ser, saber instintivamente que hay un Creador y querer de modo natural adorarlo y complacerlo. Sin embargo, aquellos que no saben de Dios o no establecen una relación con Él, pueden hallar la existencia humana desconcertante y en ocasiones angustiante. Para muchos, la presencia de Dios en sus vidas y adorarlo a Él de modo que Lo complazca, le da un sentido nuevo a la vida.

“Los corazones de los creyentes se sosiegan con el recuerdo de Dios”

(Corán 13:28)

A través de actos de adoración como la oración y la súplica, uno comienza a sentir que Dios está a la mano, a través de Su conocimiento y sabiduría infinitos. Un creyente está seguro en la certeza de que Dios, el Altísimo, está por encima de los cielos, y confortado con el hecho de que Él está presente en todos sus asuntos. Un musulmán nunca está solo.

“Él sabe lo que ingresa en la tierra y cuanto sale de ella, lo que desciende del cielo y lo que asciende a él. Está con ustedes dondequiera que estén. Dios bien ve cuanto hacen”

(Corán 57:4)

Como seres humanos falibles y débiles, a menudo nos sentimos perdidos y solos. Es entonces cuando nos volvemos hacia Dios y buscamos Su misericordia y perdón. Cuando nos volvemos hacia Dios con verdadera sumisión, Su tranquilidad desciende sobre nosotros. Entonces somos capaces de sentir la calidad de Su misericordia y la vemos manifiesta en el mundo que nos rodea. Sin embargo, a fin de adorar a Dios, debemos conocerlo. Convertirte al Islam te abre la puerta a este conocimiento, incluyendo el hecho de que el perdón de Dios no tiene límites.

Mucha gente está confundida o avergonzada por los muchos pecados que han cometido en el transcurso de sus vidas. Convertirte al Islam lava completamente tus pecados, es como si nada hubiera pasado. Un musulmán nuevo es tan puro como un bebé recién nacido.

“Diles a los que se niegan a creer que si desisten [y abrazan el Islam] les será perdonado cuanto cometieron en el pasado; pero si persisten, tendrán el mismo destino de los pueblos que los precedieron”

(Corán 8:38)

Si después de convertirte al Islam cometes más pecados, la puerta del perdón seguirá abierta.

“¡Creyentes! Arrepiéntanse sinceramente ante Dios, puede que así su Señor borre sus faltas y los introduzca en jardines del Paraíso por donde corren ríos”

(Corán 66:8)

Una vez que te conviertes al Islam, comienzas a entender que las pruebas, tribulaciones y triunfos de esta vida no son actos aleatorios de un universo cruel y desorganizado. Un verdadero creyente entiende que nuestra existencia es parte de un mundo bien ordenado, y que la vida se desarrolla exactamente del modo que Dios, en Su infinita sabiduría, ha ordenado.

Dios nos dice que nos pondrá a prueba y nos aconseja que soportemos nuestras pruebas y tribulaciones con paciencia. Esto es difícil de entender a menos que uno abrace la Unidad y Unicidad de Dios, la religión del Islam, donde Dios nos ha dado directrices claras sobre cómo comportarnos cuando enfrentamos pruebas y dificultades. Si seguimos esta guía, que hallamos en el Corán y en las tradiciones auténticas del Profeta Muhammad, es posible soportar las aflicciones con facilidad e incluso con gratitud.

“Los pondremos a prueba con algo de temor, hambre, pérdida de bienes materiales, vidas y frutos, pero albricia a los pacientes”

(Corán 2:155)

acuerdo al  de su compromiso religioso, y las pruebas seguirán afectando al creyente hasta que deje de caminar por la Tierra sin la carga de pecado alguno”[3] es más que un lugar transitorio, una parada en el camino hacia nuestra vida eterna, ya sea en el Paraíso o en el Infierno. Darle la cara al Creador sin la carga del pecado es algo maravilloso, sin duda vale la pena las pruebas que nos acontecen.

En el siguiente artículo concluiremos esta exposición mencionando que el Islam es una forma de vida. Define claramente los derechos, obligaciones y responsabilidades que tenemos hacia los demás seres humanos, y nuestra atención hacia los animales y el medio ambiente. El Islam contiene las respuestas a todas las preguntas de la vida, tanto grandes como pequeñas.

  1. Fitrah: La condición más pura y natural.
  2. Sahih Muslim.
  3. Ibn Mayah.