Los Profetas tienen la misión de transmitir el conocimiento divino y enseñar las mejores obras. Allah, en su misericordia, apoya a los profetas con milagros y signos especiales para que puedan ser identificados. Los más importantes de estos signos son:

1. El Mensajero debe llamar a adorar solamente a Allah y a abandonar la adoración de otros seres. Pues este es el propósito para el que Allah creó a la humanidad.

2. El Mensajero debe llamar a las personas a creer en él y poner en práctica su mensaje. Allah le ordenó a Su Mensajero, Muhammad que diga:

“Di: ¡Oh, hombres! Ciertamente soy el Mensajero de Allah para todos vosotros.”

(Corán 7:158)

3. Allah lo fortalece con diversos tipos de signos y milagros que prueban que es profeta. Entre esos signos están los versículos que el Profeta Muhammad recibió de Allah y que su pueblo no pudo imitar. Otro ejemplo es el milagro del Profeta Moisés cuando su vara se convirtió en serpiente; el signo del Profeta Jesús cuando sanó al ciego y al leproso con el permiso de Allah, y el signo de Muhammad que es el Sagrado Corán, a pesar del hecho de que él era analfabeto y no podía leer ni escribir, entre otros signos y milagros que recibieron los Profetas.

Entre esos milagros y  signos está la clara y evidente verdad que los Profetas y Mensajeros trajeron y que sus oponentes no pueden desaprobar o negar. En su lugar, sus oponentes sabían que lo que los Profetas trajeron era una verdad que no se podía resistir.

Entre los signos están también las condiciones perfectas, los bellos rasgos y la conducta ejemplar con la que Allah ha distinguido a los Profetas.

4. Su mensaje debe estar de acuerdo con los fundamentos a los que llamaban todos los Mensajeros.[1]

5. No debe llamar a la adoración de su persona. Tampoco debe llamar a glorificar a su tribu o clan. Allah le ordena al Profeta Muhammad decirles a las personas:

“Diles: No os digo que poseo los tesoros de Allah, ni conozco lo oculto, ni tampoco os digo ser un Ángel, sólo sigo lo que se me ha revelado; y di: ¿Acaso pueden equipararse el ciego y el vidente? ¿Es que no reflexionáis?”

(Corán 6:50)

6. No debe pedirles a las personas cosas de este mundo como pago por su misión. Dice Allah, informándonos acerca de Sus Profetas Noé, Hud, Salih, Lot y Jetró, que ellos dijeron a su gente:

“Yo no os pido ninguna remuneración a cambio [de transmitiros el Mensaje], sólo el Señor del Universo me recompensará por ello”[4]

Corán 26:109, 127, 145, 164, 180.

El Profeta Muhammad también le dijo a su gente.

“Y diles [a la gente de La Meca]: No os pido remuneración alguna a cambio, [el Corán] es un Mensaje para la humanidad.”

(Corán 6:90)

Son muchos los Profetas y Mensajeros que son mencionadas sus cualidades y milagros en el Corán.

Dice Allah:

“Por cierto que enviamos a cada nación un Mensajero [para que les exhortase a] adorar a Allah y a evitar al Seductor.”

(Corán 16:36)

Estos Mensajeros han traído felicidad a la humanidad; la historia da cuenta de que sus relatos sobre la religión fueron transmitidos una y otra vez, que son ciertos y justos. De igual forma, se narra una y otra vez la victoria con la que Allah los honró y la destrucción de sus enemigos, como la destrucción del pueblo de Noé con la inundación, el Faraón que se ahogó, el castigo para el pueblo de Lot; y la victoria de Muhammad sobre sus enemigos y la expansión de su religión. Quien sepa esto sabrá con certeza que trajeron el bien y la orientación a la humanidad; que guiaron a las personas hacia lo que las beneficiaría y les advirtieron de todo lo que es perjudicial. El primero de ellos fue Adán y el último Muhammad.

  1. Ver: Maymu‘ Fataawa Ibn Taymiyyah Vol. 4 p. 212-213.