Mi Primer Parámetro: Si es la Religión de Dios la que estoy Buscando, la Escritura Sagrada debe provenir de Dios
En mi estudio de otras religiones, una de mis metas era leer la escritura sagrada de cada religión directamente, para poder comprender directamente la fuente de la religión. Esto es obviamente lo que despertó mi curiosidad en el Corán.
Ya creía fuertemente en Dios y estaba convencido de la existencia de un Ser Supremo. De hecho, por un tiempo, era en algunos momentos cristiano y en otros simplemente un deísta, siguiendo los pasos de Voltaire y muchos de los “padres fundadores” de los Estados Unidos.
Ya creyendo en Dios, por lo tanto, mi primer parámetro para una verdadera religión era que la religión debía tener como fuente original a Dios. Nadie puede conocer los detalles de Dios excepto Dios mismo. Él se encuentra por encima y más allá de la esfera de la experiencia humana. Más importante, nadie sabe cómo debe ser adorado excepto Él. Nadie conoce de qué modo de vida se complace excepto Él. Aunque los seres humanos pueden llegar a muchas conclusiones acerca de Dios, ningún ser humano puede aclamar lógicamente que ha descubierto- sin la revelación de Dios – la manera en la cual Dios debe ser adorado y la clase de vida que satisface a Dios. De este modo, si la única meta en nuestro corazón es complacer y adorar verdaderamente a Dios como debe serlo, entonces no se tiene otra alternativa más que ser guiado y aconsejado por Él.
Basado en la primera premisa, cualquier religión creada por el hombre no es una alternativa lógica. No importa cuánto traten los seres humanos, no pueden hablar con autoridad acerca de cómo se supone que Dios debe ser adorado.
Es importante destacar que este parámetro no significa que en algún momento Dios desempeñó un rol en la formación de una religión específica. No, este parámetro significa que el rango completo de las enseñanzas debe provenir de Dios. Existen algunas religiones que se pueden haber originado en Dios pero, después, sus adherentes se sintieron libres para responder al razonamiento humano y ajustar, modificar o alterar la religión. En este proceso, crearon una nueva religión, diferente a la que Dios ha revelado. Esto, nuevamente, destruye por completo el propósito. Lo que Dios a revelado no necesita ser mejorado o cambiado por la humanidad. Cualquier cambio o alteración significa la desviación de la revelación. Por lo tanto, cualquier cambio y alteración solo llevará a la humanidad lejos de la verdad y del modo apropiado de adorar a Dios. Además, Dios es más que capaz de enviar una revelación perfecta para cualquier tiempo o circunstancia. Si hubiese alguna necesidad de alterar o cambiar las leyes de Dios, la autoridad para eso yace también en Dios. En otras palabras, Dios es libre de cambiar algunas de Sus leyes debido a Su sabiduría y conocimiento, por ejemplo, por misericordia o como castigo para Sus siervos. Puede hacerlo enviando una nueva revelación o hasta enviando un nuevo Profeta. Con esto, no hay ningún problema lógico. Pero hay un grave problema cuando los seres humanos se ocupan ellos mismos de “arreglar” la revelación de Dios.
De este modo, el primer parámetro establece que la religión se origina en Dios. Sin embargo, esto no es suficiente. El Segundo parámetro es que las enseñanzas de Dios deben ser preservadas en su forma original. La lógica detrás de este punto debe ser obvia. Si la revelación original viene de Dios pero fue luego cambiada y distorsionada por los seres humanos, se tiene una mezcla de la religión de Dios y la interpolación humana. Ya no es la religión pura de Dios. Aunque esto puede parecer una premisa obvia, es sorprendente ver a las personas que ni siquiera han tenido en cuenta este punto, siguiendo ciegamente las escrituras o las enseñanzas que no pueden ser históricamente autentificadas como pertenecientes a la revelación.
El Primer Aspecto Milagroso del Corán: Su DetalladaPreservación
De hecho, esta es una de las primeras cosas que me impresionó con respecto al Corán. Aun aquellos que estaban claramente en contra del Islam y sus escrituras, como Sir William Muir, admitieron que el Corán que vemos hoy en día fue preservado desde los tiempos del Profeta, que Dios tenga misericordia de Él[1]. De hecho, aún aquellos que más trataron de ser críticos y pusieron en duda la completa autenticidad del Corán, como Jeffery, me impresionaron más aún como la información que tenemos concerniente a la historia de este texto.
Para poder apreciar por completo este punto, se debe poner en contexto mi formación cristiana. En absoluto, este escrito tiene la intención de criticar al cristianismo. Sin embargo, es el origen del cual procedo y a través del cual examiné otras religiones. Por lo tanto, comparé profundamente entre el cristianismo y las demás religiones, incluyendo el Islam. Por lo tanto, no tuve otra alternativa más que referirme el cristianismo durante el curso de este escrito ya que trata de mi propia experiencia.
- Por citas de numerosos escritores no-musulmanes afirmando la autenticidad del Corán, ver Dialogue Between Islam and Christianity: Discussion of Religious Dogma Between Intellectuals from the Two Religions (Fairfax, VA: Instituto del Islam y las Ciencias árabes en Norteamérica, 1999), pp. 295.