Llegó la pandemia y los sonidos en la tierra se debilitaron. Las almas humanas se calmaron y dejaron de perseguir sus deseos, para poder escuchar la llamada de su disposición natural (la fitrah) y volver a la fe que les faltaba. Este es el sonido de la realidad que nuestros oídos finalmente han escuchado. Descubre el velo que siempre cubría nuestra visión.
Así que silencia todos los demás sonidos cercanos a ti y escucha (con atención)