“Diles [¡Oh, Muhammad!]: Ciertamente os exhorto a que hagáis una cosa [para que se evidencie la Verdad]: Poneos ante Dios de dos en dos, o solos, y reflexionad, pues vuestro compañero [el Profeta Muhammad] no es un loco, sino un amonestador para vosotros que os advierte de un severo castigo.”
¿Era un loco?
Alguien que ha lidiado con personas mentalmente enfermas sabe que la gente puede identificar distintos síntomas. Muhammad no demostró ningún síntoma de locura en ningún momento de su vida. Ningún amigo, esposa o miembro de la familia sospechó o lo abandonó a causa de su locura. Con respecto a los efectos que las revelaciones producían en el Profeta, la transpiración y efectos parecidos, se debían a la intensidad del Mensaje que debía llevar y no a un ataque epiléptico o instancias de locura…
Por el contrario, Muhammad predicó por mucho tiempo y enseñó una legislación desconocida en su complejidad y sofisticación para los antiguos árabes. Si el Profeta estaba loco, hubiese sido obvio para los que lo rodeaban en algún punto de los veintitrés años que duró su misión. ¿Cuándo en la historia un hombre demente predicó un mensaje de adoración a Un sólo Dios por diez años, tres de los cuales fue exiliado con sus seguidores, y eventualmente se convirtió en el soberano de sus tierras? ¿Qué hombre loco ha ganado alguna vez el corazón y la mente de las personas que lo conocieron y ganado el respeto de sus adversarios?
Más aún, sus compañeros más cercanos, Abu Bakr y Umar fueron reconocidos por sus habilidades, nobleza, destrezas y delicadeza. Estaban dispuestos a sacrificar cualquier cosa por la religión que él les transmitió. En una ocasión, Abu Bakr, le brindó todas sus posesiones materiales a Muhammad, que Dios le de paz, y cuando éste le preguntó que le había dejado a su familia, respondió: ‘¡Les he dejado (la creencia en) Dios y su Mensajero!’
Abu Bakr, un comerciante de profesión, después de ser elegido como el soberano de los árabes después de la muerte de Muhammad, ¡utilizó apenas dos monedas al mes para mantener a su familia!
Umar se convirtió en el soberano de Arabia después de Abu Bakr y conquistó Siria, Egipto, dominó el Imperio Persa y el Bizantino. Era un hombre conocido por su escrupulosa justicia. ¿Cómo se puede sugerir que estas personas eran seguidoras de un individuo mentalmente enfermo?
Dios sugiere: Preséntate ante Dios sin ningún prejuicio o creencia preconcebida, y discute con otra persona o piénsalo por ti mismo, este profeta no estaba loco, él está tan estable ahora como lo estuvo por cuarenta años.
(Corán 34:46)
Los antiguos mecanos rechazaron su llamado solo por ser rivales partidarios, y mentían cuando lo acusaron de locura. Hasta el día de hoy, algunas personas rehúsan pensar en Muhammad como un Profeta simplemente porque él era árabe y se gratifican a si mismos diciendo que debe haber sido un demente o debe haber estado poseído por el demonio. Su odio hacia los árabes se traduce en su rechazo hacia Muhammad, Dios dice:
“Por cierto que él se presentó con la Verdad, y corroboró el Mensaje de los Mensajeros que le precedieron.”
(Corán 37:37)
Aunque los árabes paganos conocían bien a Muhammad, lo acusaban de loco, ya que consideraban su religión un sacrilegio contra la tradición de sus ancestros.
“Y cuando se les recitan Nuestros signos evidentes [a los idólatras], dicen: Éste [el Profeta Muhammad] no es sino un hombre que pretende apartaros de lo que vuestros padres adoraban. Y dicen: Esto [el Corán] no es más que una mentira inventada. Y dijeron también quienes negaron la Verdad, después de haberles llegado: No es más que magia evidente. Y no les concedimos [a los paganos] libros en que se basaran [y fundamentaran su idolatría], ni les enviamos a ningún amonestador antes de ti [¿cómo entonces te desmienten?]. Ya desmintieron sus antecesores a Mis Mensajeros, y ¡qué terrible fue el castigo por ello! Y éstos incrédulos [deberían recapacitar, pues] no recibieron ni una décima parte de lo que les concedimos a ellos [de fortaleza y bienes].”
(Corán 34:43-45)
¿Era un Poeta?
Dios menciona sus acusaciones en el Corán y responde a ellas:
“Ese día le diremos al Infierno: ¿Todavía tienes lugar [para seguir castigando a los pecadores? Y exclamará: ¡Sí!, y aún quiero más. Y el Paraíso será expuesto cerca de los piadosos. [Y se dirá:] Esto es lo que se había prometido para quienes se arrepintieran con sinceridad, cumplieran [con los preceptos de Dios]”
(Corán 52:30-32)
Dios describe a los poetas de ese tiempo para que sean comparados con el Profeta:
“Y sólo los descarriados siguen a los poetas [que recitan poemas paganos]. ¿Acaso no ves [¡Oh, Muhammad!] cómo ellos [los poetas] en sus lugares de reunión divagan, y dicen lo que no hacen? Excepto los creyentes de entre ellos que obran correctamente, mencionan mucho a Dios [en sus poesías], y responden con ellas a los agravios [de los poetas incrédulos]. Y ya verán quienes hayan sido inicuos cuál será su destino.”
(Corán 26:224-227)
Los poetas árabes hablaban del vino, las mujeres, la guerra y distintos pasatiempos, de un modo diferente al Profeta, que invitaba a los buenos modales, servir a Dios y ayudar a los pobres, Muhammad siguió sus propias creencias antes que nadie, muy diferente a los poetas de la antigüedad o filósofos de la actualidad.
El Corán que recitó el Profeta fue diferente a cualquier poesía en su estilo. Los árabes de esa época tenían reglas estrictas con respecto al ritmo, silabas y finales para cada verso poético. El Corán no conformó ninguna de estas reglas conocidas, pero al mismo tiempo, supera cualquier texto que un árabe jamás haya oído. Algunos de ellos hasta se convirtieron en musulmanes después de oír sólo algunos versos del Corán, debido a su deducción de que la fuente de algo tan hermoso no podría ser un hombre.
Nunca se conoció que Muhammad hubiese compuesto un poema antes del Islam ni después de haber recibido la profecía. Por el contrario, no eran de su agrado. Compilaciones de sus declaraciones, llamadas Sunnah, han sido preservadas con diligencia y son completamente diferentes con respecto al contenido literario a las del Corán. Las casas de poesía de Arabia no poseen ninguna copla de Muhammad.
¿Era un Hechicero?
El Profeta Muhammad nunca aprendió o practicó la hechicería. Por el contrario, condenó su práctica y enseñó a sus seguidores a protegerse de ella.
Los Hechiceros poseen una fuerte relación con el Demonio. Su relación les permite engañar a la gente. Los demonios propagan mentiras, pecados, obscenidades, inmoralidades, maldad y destruyen familias. El Corán aclara sobre quién descienden los demonios:
“¿Queréis que os informe sobre quién descienden los demonios? Descienden sobre todo mentiroso pecador [que dice ser adivino]. Ellos [los demonios] se esfuerzan por oír [las revelaciones a los Ángeles en el cielo], pero le transmiten [a los hombres] mentiras.”
(Corán 26:221-223)
El Profeta Muhammad era reconocido por ser un hombre de verdadera integridad, alguien quien nunca mintió. Él ordenó las buenas morales y finos modales. Ningún hechicero en la historia del mundo ha brindado jamás una escritura o Ley como el Corán.